martes, 27 de abril de 2010

Hoy...

Dejo atrás esos momentos en los que más de una vez sentí ser lo que nunca debí haber sido...
Ya no voy retrocediendo en mis pasos, buscando claves que me hagan entender lo que un día logro envolverme en una falsa coraza, a veces simplemente fría, otras, infranqueable...

No intentare buscar respuestas al porqué (sin darme cuenta, poco a poco, día a día) llego el instante en el que supe que había dejado de creer... Ya no necesito saber el (los) motivo(s) causante(s) de mi necesidad casi vital de refugiarme en el mayor de los vacíos. El vació de sentir la soledad en mitad del bullicio, de encontrar la calma sólo en el silencio, de vivir suspendida en el tiempo evocando recuerdos, vivencias que de tanto revivir dejan de doler, se dejan de sentir, comienzan a ser casi ajenas...
Ya viviendo de silencios, inmune al pasado, de espalda al mañana, sobre viviendo el presente jugando a juegos sin sentido, tome inconscientemente el camino de quién vive aferrado a si mismo...

Hasta que sin siquiera esperarlo llego quién...

Me enseño que los sueños nunca mueren. Sólo se refugian en el olvido para sanear sus heridas, para volver más fuertes...
Que sólo para el dolor no existen las segundas oportunidades. Para intentar ser feliz, sí... Demostró qué, ese muro a mi alrededor que creí construir a base de piedra y plomo, podía convertirse en papel sólo con el roce de sus manos...

Disipa el miedo que siempre fue un estigma en mi, me hace grande para luchar ante lo que alguna vez decidí rendirme, logra tan sólo con una sonrisa que desaparezca ese vacio...

Quién me lleva a superarme día tras día, intentando dar lo mejor de mi. Todo siempre es poco, siempre debo dar más...

Quién sólo con una mirada logra que pierda el sentido, con una sonrisa la calma, con el roce de su piel la cordura...

Quién arropa mi sueño por las noches, y a su vez, me da un impulso para empezar el día...

Quién es capaz de romper la quietud para envolverme en un huracán, desbordando mis sentidos y devolverme la paz. La paz que desde el primer momento instauro en mí...

Quién llevándome de su mano me enseña que una vez creí perdido todo, sólo puedo ganar...

(Siento la ñoñeria pero, esto pasa cuando le das la dirección del blog a las amistades... Estás obligado a actualizar xD)